lunes, 22 de junio de 2009

“La Familia” creció por el cobijo oficial: testigo El grupo criminal coordinaba selección de candidatos políticos

FRANCISCO GÓMEZ
EL UNIVERSAL
LUNES 22 DE JUNIO DE 2009
francisco.gomez@eluniversal.com.mx

Con protección de funcionarios públicos corruptos y después de romper su alianza con el cártel del Golfo y Los Zetas, el grupo criminal de La Familia Michoacana continuó su expansión operando rutas bajo control de los cárteles de Tijuana y Sinaloa.

Estas y otras revelaciones de testigos protegidos y anónimos de la Procuraduría General de la República (PGR) están asentadas en el expediente con el cual se consignó a 27 servidores públicos de Michoacán por sus presuntos nexos con el citado grupo criminal.

Un ex policía que ahora es parte de los colaboradores de la PGR e identificado como “Ricardo” indicó que dentro de la estructura de mando de La Familia Michoacana hay un encargado directo de reclutar en Michoacán y otras entidades donde opera el grupo criminal, autoridades de los tres niveles de gobierno con fuertes cantidades de dinero en dólares, así como la de coordinar con diferentes partidos políticos la selección de candidatos y colaboradores.

Los informes a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL contienen además reportes anónimos como el recibido el 15 de diciembre pasado en el que una voz de hombre hace acusaciones contra funcionarios presuntamente relacionados con La Familia Michoacana. Según esas declaraciones, la población michoacana está asolada por las acciones criminales de ese grupo delictivo que cuenta con el respaldo de autoridades en por lo menos 10 ayuntamientos michoacanos.

Ese testimonio anónimo que se encuentra contenido en el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/398/2008 señala que “funcionarios corruptos los apoyan y parte el dinero es para mantener el control de las plazas para el tráfico de grandes cantidades de mariguana y cocaína que son llevados en tráileres de La Familia Michoacana que anteriormente cruzaban por rutas que le permitían Los Zetas por Tamaulipas y actualmente utilizan rutas que les permiten los cárteles de Tijuana y Sinaloa”.

En el anónimo, que fue integrado dentro de las investigaciones oficiales realizadas por fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), da cuenta que La Familia Michoacana tiene bajo su control el puerto de Lázaro Cárdenas, punto clave para el desembarque de drogas que vienen del exterior, como la efedrina, además de contar con abogados que asesoran directamente a los altos miembros de la organización.

De policía de cártel a informante

En tanto, el testigo protegido Ricardo aceptó que él fue policía y desde 1991 y a lo largo de su carrera se ligó con miembros de los cárteles del Milenio y del Golfo, donde su labor fue no sólo proteger a delincuentes, sino además recolectar, custodiar y trasladar cargamentos de mariguana, cocaína y ICE. Con con quien inició sus actividades delictivas fue con el ahora preso Carlos Rosales Mendoza, El Carlitos o El Tísico, quien controló las operaciones de narcotráfico en Michoacán y Guerrero.

De igual forma, dio a conocer que el jefe máximo actual de la organización es Nazario Moreno González, El Chayo, quien controla las operaciones en Morelia; Jesús Méndez Vargas, El Chango Méndez, es el encargado de Apatzingán; Nicario Barrera Medrano, El Nica, se hacía cargo de la plaza de Uruapan; mientras que Alfredo Méndez, El Inge, era el encargado de las acciones en Turicato. Dentro de la organización el encargado de las relaciones públicas y reclutar a funcionarios es Dionisio Loya Plancarte, El Tío, según esa versión.

Asimismo, los hermanos Alfredo y Antonio Peñaloza Soberanes están a cargo de las operaciones del grupo delictivo en Lázaro Cárdenas, Michoacán e Ixtapa-Zihuatanejo, Guerrero; los hermanos Ignacio y Ramiro Castañeda Chávez a cargo de las acciones en Nocupétaro.

Por lo que hace a Elio Ibarra éste es el encargado en Huetamo; Servando Gómez Martínez, La Tuta, estaba en Arteaga; Martín Ibarra Piedra estaba a cargo de Parácuaro, otro más de apodo Sierra 22 se encontraba asignado a Zitácuaro; Saúl Solís, El Lince, era el encargado de las plazas del estado de México y del DF, mientras que Jorge Ortega, La Gaviota, se encontraba a cargo de Querétaro; Quito Armas, La Cobra, se encontraba a cargo de Aguascalientes, El Sierra 11 se encargaba de la plaza de San Luis Potosí, y en Chiapas el encargado era un hombre apodado El Minsa.