La captura de Arnoldo Rueda Medina, La Minsa, segundo al mando en la estructura operativa de La Familia Michoacana, desató una violenta ofensiva sin precedente del grupo delictivo, cuyas células perpetraron seis ataques contra objetivos de la Policía Federal en Michoacán, lo que incluyó un fallido intento de rescate del presunto capo con granadas y fusiles de asalto.
Estas agresiones dejaron un saldo de tres agentes federales muertos y 18 lesionados, en emboscadas y enfrentamientos directos con los uniformados, además de que este mismo grupo criminal protagonizó dos balaceras con fuerzas federales en Guerrero y Guanajuato.
La Procuraduría General de la República atrajo las investigaciones e inició averiguaciones previas para ubicar a los responsables, pues ninguno fue detenido. Los ataques directos se realizaron en los municipios de Morelia, Zitácuaro, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro y Tarétan, en Michoacán.
Rodolfo Cruz López, coordinador de Control Territorial de la Policía Federal, explicó que los sicarios tuvieron la ventaja “del factor sorpresa… porque pasaban, balaceaban las instalaciones y continuaban su camino, la capacidad de reacción, cuando nuestras tropas repelían la agresión, obviamente se nos perdía por la velocidad y porque los delincuentes se dispersaban”.
Dijo que la detención de La Minsa se realizó en un operativo limpio después de seis meses de labores de inteligencia para ubicarlo en un fraccionamiento ubicado a la salida de Morelia, junto con un adolescente de 17 años que se encargaba de cuidar sus casas de seguridad.
Los detenidos fueron trasladados a las instalaciones de la PF en Morelia, donde minutos después, alrededor de las 04:30, un grupo de sicarios atacó con granadas de fragmentación y disparos de armas de alto poder. Los federales repelieron la agresión, resultando ocho heridos por el estallido de las granadas de fragmentación.
En otro acto de represalia, agentes federales recibieron una llamada sobre un presunto accidente, 300 metros antes de llegar al destacamento de la PF, ubicado en el kilómetro 93+500 de la carretera México-Nogales, donde fueron emboscados resultado muertos los efectivos Jorge Israel Mondragón Armenta, Emigdio Daniel González Ramírez y Daniel González Rocha.
Sicarios de La Familia dispararon contra el Hotel Posada del Sol, en Apatzingán, donde estaba personal de las fuerzas federales.
En el Puerto de Lázaro Cárdenas, otra célula del grupo delictivo disparó ráfagas de AK-47 y AR-15 y lanzó granadas contra las instalaciones federales ubicadas en el kilómetro 111+00, camino nacional Tepic-Puente Talismán Chiapas.
También fue atacado el inmueble de la Policía Federal en Pátzcuaro, mientras que efectivos de la corporación que recorrían la autopista Siglo XXI, entre las casetas de peaje de Tarétan-Santa Casilda, fueron emboscados.
Foto: Leovijildo González/Cuartoscuro
En Salamanca, Guanajuato, se reportó otra agresión de un comando armado contra federales que regresaban a su base.
La jornada de narcoviolencia alcanzó las instalaciones de la Policía Federal sector caminos, de Ciudad Altamirano, región de la Tierra Caliente de Guerrero, también fue uno de los objetivos de los grupos armados de La Familia Michoacana, que a bordo de varias camionetas realizaron disparos alrededor de las 09:40.
Tras la agresión, fuerzas del operativo conjunto desplegaron un operativo para ubicar a los agresores que, según testigos, huyeron por la carretera federal Ciudad Altamirano-Iguala.
Por la tarde, La Minsa fue trasladado y presentado ante los medios en las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal, ubicadas en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal.
El presunto narcotraficante, quien se identificó como “coordinador de coordinadores” del grupo criminal, fue resguardado por elementos de élite de la corporación. Al descender de un camión blindado de la PF, que tenía huellas de ataques con granadas de fragmentación, el supuesto capo alcanzó a decir “sabemos que maltratamos a la gente, pero es nuestro trabajo”.
La estrategia, no es suficiente
El gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, afirmó que la estrategia para combatir el crimen organizado y el narcotráfico en el estado “es correcta, pero no suficiente”.
Después de los ataques registrados en la entidad, el mandatario perredista dijo que los ataques fueron planteados, sincronizados y planeados en contra de la Policía Federal, además de que aseguró no tener mucha información al respecto porque las autoridades federales han sido herméticas.
“Nosotros solamente le hemos ayudado a trasladar heridos, a recoger cadáveres, pero ellos llevan la investigación. Nosotros sólo ofrecemos colaboración porque no podemos permitir que las fuerzas federales sufran ataques en Michoacán”.
Godoy Rangel dijo que es necesaria la participación de las autoridades locales porque es su deber dar tranquilidad a la ciudadanía, además porque temen que pueda continuar y se registre otro ataque a las fuerzas de seguridad.
Foto: Cuartoscuro
Por ello, consideró que la lucha contra el crimen es correcta pero no suficiente, y reiteró que lo que se requiere es implementar medidas económicas, revisar las estrategias de colaboración entre las autoridades federales y estatales, intensificarlas y estudiar otro tipo de medidas.
Encargados de plaza
El liderazgo absoluto de La Familia Michoacana es compartido por Nazario Moreno González, El Chayo, y José de Jesús Méndez, El Chango Méndez, informó Ramón Eduardo Pequeño, jefe de la sección tercera del Estado Mayor de la Policía Federal.
En el segundo nivel de mando están La Minsa junto con Enrique Plancarte, Kike, y Servando Gómez Martínez, La Tuta. Los jefes regionales son conocidos como Muñeco, en Morelia; Chivo, Apatzingán; Chamuco, Lázaro Cárdenas; Carlos, Nueva Italia; El Pay, Moroleón; Gato, Zitácuaro; Güero, Huetamo; Cenizo, Uruapan; Gallo, Parácuaro. En el Estado de México operan Terry, Pony, en Ecatepec; Águila, Tultitlán; Rosqui, Cuautitlán; y Carnes, Naucalpan.